Publicado el noviembre 24, 2015
por unidoscontralaapostasia
Thom S Rainer
Yo amo a los pastores y a otros que sirven en la iglesia vocacionalmente. Pero debo admitirlo: no verbalizo o escribo sobre ese amor muy a menudo. Para mi vergüenza. Permítanme aprovechar un momento para articular algunas de las razones por las que amo a mi pastor.
- Yo amo a mi pastor porque él estudia y predica la Palabra fielmente. Él es consistente cada semana.
- Yo amo a mi pastor porque él es un hombre de oración. Él sabe que no puede dirigir y pastorear nuestra iglesia en su propio poder. Él es totalmente dependiente de Dios.
- Yo amo a mi pastor porque él siempre está en guardia. Sus semanas de trabajo son largas. Él sabe que sus vacaciones y días libres a menudo serán interrumpidas por las crisis y las muertes, pero él no se queja. Él lo ve como parte de su llamado.
- Yo amo a mi pastor porque él está allí para celebrar mis victorias y para consolarme en mis dificultades. Su vida es una montaña rusa de acontecimientos emocionales, pero él se mantiene constante y fuerte para nuestra iglesia.
- Yo amo a mi pastor porque él lidera nuestra iglesia con visión. Y él busca constantemente asegurarse de que es la visión de Dios y no la suya.
- Yo amo a mi pastor porque soporta las críticas por parte de miembros de la iglesia. Y aunque los críticos le hieren, él persevera y los ama de todos modos.
- Yo amo a mi pastor porque él es auténtico. Él no actúa como si fuera espiritualmente superior o condescendiente. El pastor que veo en el púlpito es consistente con el pastor que veo en otros entornos.
- Yo amo a mi pastor porque él lleva las cargas de liderar a muchas personas sin quejas o autocompasión. Él escucha de tantos desafíos y problemas en la vida de otros, pero eso no le impide escuchar y orar por nosotros.
- Yo amo a mi pastor porque él es sacrificial. El busca poner a los miembros de la iglesia antes que a sí mismo. Él es un hombre desinteresado y un hombre agradecido.
- Yo amo a mi pastor porque le encanta compartir el evangelio y el poder de la resurrección. Él esta verdaderamente apasionado por ver a aquellos que no tienen a Cristo convertirse en seguidores del Salvador.
- Yo amo a mi pastor porque discípula y mentorea a muchos. Él entiende que su papel no es hacer todo el trabajo del ministerio, sino equipar a otros a hacer el trabajo del ministerio.
- Yo amo a mi pastor porque ama nuestra congregación con un amor como el de Cristo. A pesar de que puede sentirse frustrado y desanimado, su amor por nosotros no cambia. De hecho tenemos una visión del amor de Cristo a través del amor de nuestro pastor.
Podría nombrar muchas otras razones por las que amo a mi pastor, pero voy a dejar estas son suficientes por ahora. Me encantaría saber de usted acerca de por qué ama a su pastor.
Por cierto, el nombre de mi pastor es Mike Glenn. Él sirve a la congregación de la Iglesia Bautista de Brentwood.
Publicado originalmente en Thomrainer.com. Traducido por Manuel García.
Thom S. Rainer es el presidente y CEO de LifeWay Christian Resources. Antes de LifeWay, sirvió en el Seminario Teológico Bautista del Sur durante 12 años, donde fue decano fundador de la Escuela de Misiones y Evangelismo Billy Graham.
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