Mundo Cristiano

Tuesday, June 24, 2014

Un día después de que un tribunal sudanés anuló su sentencia de muerte contra Meriam Ibrahim, ella fue detenida nuevamente el martes en el aeropuerto internacional de Jartum al tratar de abandonar el país.

La madre de dos hijos había sido condenada a muerte por haberse casado con un cristiano y "abandonar" la fe musulmana.

Ibrahim, quien fue encarcelada junto a su pequeño hijo, se vio obligada a dar a luz una hija, mientras estaba en prisión.

El caso atrajo la indignación de la comunidad internacional. Los manifestantes se reunieron recientemente afuera de la Casa Blanca para exigir la intervención de la administración del presidente Barack Obama.

"Ella y los niños deben reunirse en casa con su familia en lugar de ser retenida en la cárcel por cargos de apostasía", dijo el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, al hacer un llamado a Sudán.

También sugirió que Sudán debe derogar las leyes islámicas que van en contra de los derechos humanos básicos.

Mientras tanto, el Centro Americano para la Ley y la Justicia (ACLJ) llama a la detención de Ibrahim como una evolución "muy preocupante".

Por el momento no ha trascendido el motivo del arresto y al parecer tanto Mariam como su marido y sus dos hijos estarían retenidos en un edificio en los aledaños del aeropuerto de la capital sudanesa.

"La decisión de llevar a toda la familia en custodia es una violación del derecho internacional y hacemos un llamado a Sudán para ponerlos en libertad sin demora", dijo el Director Ejecutivo del ACLJ, Jordan sekulow, en un comunicado.

Sekulow dice el ACLJ ha puesto en marcha una campaña mundial en favor de Meriam y su familia.

"Ahora, tenemos que centrarnos en presionar a Sudán para liberarla a ella y a su familia y que les permita regresar a los Estados Unidos. El tiempo es la esencia", advirtió.

"Y debemos instar a la administración Obama a conceder Meriam y su niños estadounidenses pasaje seguro y brindarles un status legal inmediato en los Estados Unidos."

Hasta ahora, no hay una palabra de la reacción de la Casa Blanca sobre la detención de Ibrahim.