Persecución

Noticias Eclesiásticas

Israel

Misiones

Reflexiones

Teología


by Encuentro
Por : Marina Pinto
Mientras viajamos mi esposo y yo por varios lugares, conocemos a muchas personas que también son nuestra familia. Digo nuestra familia ya que; hay cristianos que se refieren en una forma simpatizante que dicen que somos hijos de diferentes madres pero de un mismo padre y ellos se refieren “A nuestro Padre Celestial; y eso es muy cierto ya que cuando recibimos al Señor en nuestros corazones venimos a ser hijos de un mismo padre.


En nuestro caminar también hemos conocido a muchas personas que aún no han invitado a Cristo a reinar en sus vidas y sus corazones y es por ellos que seguimos intercediendo para que ellos puedan reconocer que sin Él no somos nada, y que todo lo que somos y tenemos se lo debemos a Él.


En el libro de San Juan en el capítulo 15 versículo 4-5 nos dice la escritura “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.-Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.


Así es mi amigo(a) no podremos ver frutos en nuestra vida si no estamos conectados a la “VID”: “Jesucristo”, por muy buenos que creamos ser, sin Él no somos nada.


Si no tienes a Cristo, de nada te sirve, ya que no nos salvaremos por buenas obras si no por su gracia y este es un regalo gratuito que Él nos ofrece; solamente tenemos que recibirlo, no cuesta nada ya que Él pago en la cruz por nuestros pecados y lo hizo por ti y por mí porque nos ama.


“Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Isaías 53:5-10.


El ya pago la deuda por ti, solo acéptalo “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:16


Él te espera hoy! “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20


Si mi amigo(a) hoy es el día. 







«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Antes
Entrada antigua

No hay comentarios:

Te invitamos a hacer tus comentarios y rogamos tengas moderación. Dios te bendiga


Arriba